jueves, 11 de junio de 2009

ORACIÓN DESESPERANZADORA.


Perdona dios, mi ceguera ante la vida: pero es que tuve la desgracia de nacer sin ojos.

Perdona dios, la imprudencia de mis actos: pero es que se me es difícil controlar mis impulsos.

Perdona dios, no acudir para adorarte: pero es que no siempre hay quien tire de mis sillas de ruedas.

Perdona dios, no gritar mi adoración: pero es que la vida me maldijo con la mudez.

Perdona dios, no ensalzarte con la plegaria: pero es que mi garganta se canso de no encontrar oídos.

Perdona dios, por olvidarme de tu amor: pero es que tengo graves problemas de memoria.

Perdona dios, no reconocer el sabor de tu esencia: pero suplico la pérdida de mi lengua.

Perdona dios, no sentirte dentro mío: pero entenderás que en los cuerpos muertos la sensibilidad se pierde.

Perdona dios, mis blasfemias y reproches, pero es que simple y sencillamente he dejado de creer en ti.

3 comentarios:

Salazar Craft dijo...

Y cuando Dios leyó esto se apartó asustado de las letras y se cobijó con las sombras cósmicas que hay en los vacíos intergalácticos, apenado y asustado de su propia impotencia.
Y el desgraciado que oraba murió ahogado en el llanto divino.

FERNANDO SIQUIER dijo...

Perdona dios, que no reciba de tí, la sagrada OSTIA...pero es que la vida, yá me dió demasiadas "ostias" como para creer en tí. Saludos, Hijo de Puta, ese es el espíritu del bloggero que a mi me gusta. Visítame y comprobarás que estoy más cerca del Diablo, que de dios,(por cierto, me gusta que escribas la palabra "dios" con letras minúsculas).

FERNANDO SIQUIER dijo...

Te sigo y persigo, te acompaño, te escolto, te atiendo y te entiendo,
pero la tormenta no ha podido perder fuerza, porque como dije... Yo soy la tormenta y estoy más furte qye nunca.
Gracias por contestar,Hijoputa, pero no me llames Señor, llámame Hermano