lunes, 18 de mayo de 2009

GRITO MUNDANO.



Sociedad caída,
derrumbada entre tumores,
aplastada y nefasta
con aromas a desagüe.
¡Cambiad las esencias!
O te partiré la madre.

Familia insensible,
vientre de pudores,
fría e impenetrable
cual maderas de acres.
¡Dejad la fortaleza!
O te partiré la madre.


Padre idiota,
naufrago de licores.
Que no sientes ni frio
que no sientes ni hambre.
¡Dad un buen ejemplo!
O te partiré la madre.

Madre abnegada,
anarquista de placeres.
A tu llaga, sal pones,
aunque sabes que arde.
¡Proveed esperanzas!
O te partiré la madre.


Hijo reprimido,
cúpula de pesares,
odias a tus amigos,
avergüenzas a tus padres.
¡Buscad un futuro!
O te partiré la madre.

Hija angustiada,
fuente de pesares.
Tus sueños has guisado
en caldos de vinagre.
¡Levantad la autoestima!
O te partiré la madre.


Abuelo, anciano,
experiencia destruida,
que tumbas has cavado,
en grupos de pares.
¡Disfrutad de la vida!
O te partiré la madre.

Núcleo primordial,
célula podrida.
Que el corazón aprietas
para buscar sangre.
¡Pelead por vosotros!
O te partiré la madre.

miércoles, 6 de mayo de 2009

DEJAD QUE LOS NIÑOS SE ACERQUÈIS A MI, PUES PARA ELLOS ABRIRÈ, UNA PUERTA EN EL INFIERNO.


Debí haber escrito este pensamiento el treinta de abril. Pero no pude. Me dio flojera, no tenia dinero, me dio un poco de pena, sentí dolor, nauseas, amor, odio, hambre y unos piquetes entre los dedos de los pies en la pierna izquierda. No recuerdo el por que de todos estos sentimientos y enmarañadas, pero lo que si recuerdo es que no lograba concentrarme, ni siquiera para por lo menos, plasmar (todas estas estupideces) en una hoja de papel. Lo que si logre fue encabronarme, y logre esta hazaña debido a que afortunadamente (para mis musas y no para el protagonista de este malogrado evento) pasaba por mi frente. Les contare lo que vi.

MAMÀ + NIÑO (que caminaban por la calle) + TROPIEZO DEL INFANTE (que iba sujetando la mano de su progenitora) = MOLESTIA DE LA MADRE QUE DESENCADENA UNA PALIZA CONTRA EL VULNERABLE CUERPO DE SU CRIATURA.


Esto logro sacarme por un breve momento de mis casillas, pero por suerte, en mi dado de la vida volvió a caer seis, y continué para terminar mi recorrido de la Oca. No, no es cierto. No continué, me detuve y contemple de esta manera un poco atroz, la infancia que viven algunos niños. Los niños que nos rodean. Me llene de miedo al pensar que algunos chiquillos tienen tratos peores a los que presencie, que son abusados, que no son escuchados, que no logran liberarse, que no tienen opciones, que no tienen nada, que viven poco, que mueren, que no sueñan, que son manipulados, y conforme llenaba, poco a poco, una larga lista de estas funestas elecciones infantiles, me di cuenta que la infancia es un periodo corto que dura poco, pero que a veces nunca existe.