martes, 23 de diciembre de 2008

LAS CENIZAS DE LA NAVIDAD.


-Puedo recordar los momentos en que mi vida era mejor… para lo que ahora tengo. El pino, las esferas, los regalos, los niños, la comida para la cena, las posadas, la escarcha falsa en las decoraciones, las doce campanadas, las uvas y los deseos, los abrazos, la calidez y todo eso que ya no volverá. ¡¿Los recuerdas?! ¡¿Puedes recordarlos siquiera?! no, sé que no responderás, no podrías hacerlo, seria horroroso y no podría soportarlo. Tú me lo quitaste todo y sabrás las razones de mi odio. Blasfemias las tuyas cuando dijiste, una vez que, siempre que te siguiéramos y aprendiéramos de ti, encontraríamos la paz y la salvación, ¡estupideces! como pude creer eso.

-Vaya que sí seres bueno para cuando de destrozar la vida de otros se trata. Decidiste, en tu eterna sabiduría, que el veinticinco de diciembre era la fecha idónea para matarme, porque aunque aun estoy vivo, me quitaste toda la vida esa noche. Si, se que hablarte no me va a regresar lo perdido, y que hasta parezco un demente haciéndolo, pero no me queda otro medio por el cual sacar todo el odio y desprecio que te profeso. ¡Maldito seas! escupo y maldigo mil veces tu nombre, y ni la misma muerte detendrá todo el resentimiento que soy capaz de aclamarte. ¡¿Donde estas?! ¡Ven y acaba tu hazaña! ¡Aquí estoy no terminaste con todos! ¡Desgraciado omnipotente! ¡No eres nada! ¡Putrefacto quisiera matarte, o matarme… lo que fuera más sencillo!

Dos mujeres vestidas de blanco caminaban juntas por ese pasillo de hospital, cuando una de ellas le pregunto a su acompañante- ¿y ese hombre que está hablando solo? ¿Está bien? ¿No se ve muy cuerdo que digamos?- la otra respondió- y claro que no lo está, el pobre perdió a toda su familia en el incendio de hace rato. La inoportuna callo y finalizó- ¿qué es lo que trae entre los brazos! ¿Parece un juguete?, -no, no es un juguete, es una imagen de Jesús que sobrevivió al siniestro ¡casi parece un milagro!- termino la otra. Las dos siguieron su camino y a lo lejos se escuchaban los lamentos de aquel pobre diablo que abrazaba la pintura.

viernes, 19 de diciembre de 2008

PARA LA MEJOR DE LAS FECHAS.


¿Cómo vas a festejar este mes de diciembre todas las fiestas que son costumbre?- se refería a mí una extraña con la que ya tenía como cinco minutos haciendo platica (¡entenderán trafico-embotellamiento a las siete de la noche, con alguien se debe de sacar toda esa ira reprimida!). La pregunta antes mencionaba hiso eco en mi cabeza, no sabía la respuesta y eso me aquejaba. Tal vez fue la prontitud de su interrogación, o la novatez de que una desconocida se sincerará así como así, pero me inquietaba no poder dar respuesta a su cuestión. Tantas contestaciones cruzaban, chocaban, y nadaban por mi mente que me era imposible dar alguna. Así que respondí la más acertada y más segura respuesta:

-Pues creo que me voy a encerrar en mi cuarto con llave por una semana completa. Llamare a algunas putas más o menos caras, ya sabes sexo rudo y nada más: The Horrors como fondo musical, comprare y beberé todo el alcohol que mis posibilidades y cuentas pendientes puedan solventar: boleros como los de Javier Solís y José Alfredo Jimenez son necesarios para ese momento, probaré toda la cantidad de droga y fármaco apendejador que logre conseguir, mismo que espero sea de buena calidad y que pongan en peligro de muerte o en estado vegetal al consumidor: Cradle of the Filth me inspirará, mas tarde llamare para mentarles la madre a todas las personas que mas aprecio: una película porno me otorgara batería, gritaré y maldeciré a la humanidad, pensaré en el por qué los cangrejos pueden vivir siempre, zambulliré mi cabeza en el escusado hasta sentir la cara arder: se que encontrare algo de sabiduría en esa posición, compraré y miraré Black Christmas: la única película hecha para los que odian la navidad y en fin, hare de este diciembre, la experiencia más sadomasoquista y brutal que pueda- termine y ella se me quedo mirando como quien ve a un perro muerto en la calle.
-¿En serio?- pregunto casi asustada.
-¿Tú qué crees?- respondí mirándola fijamente a los ojos. Guardo silencio y dejo de hablarme.
Cuando llegamos a nuestro destino, justo antes de bajar del autobús me tomo de la mano y me dijo entre sonrisas – yo también haría lo mismo.

MALDICIONES PARA ESTE MES, QUE TRAE OTRO AÑO.


Odio diciembre, tanto como odio a los niños enfermos. Me desagrada, me espanta y me da pena. No soporto esta fecha, es como si todos las inmundicias que no se realizaron en el resto del año se hicieran presentes y en mayor cantidad este doceavo mes. La razón… estupidez. Representada en su mayoría por los seres que creen que por ser el último mes del año (mismo que les simbolizo un montón de añoranzas validas madre por la cruda y nefasta realidad) y tras acercarse el nuevo, les esperará una nueva oportunidad. ¡Bahh!... no les parece mediocre.

Las oportunidades van y desaparecen tan rápido como la palabra fuck! Ahora, el hecho de que en los otros meses te las hayas pasado hueveando pensando que para el próximo año todo se resolvería, pues es la posición más corriente y retorcida en la que pudiste vivir (o morir según sea el caso). No hay otro momento más que este, para solucionar y arreglar todo lo que no hayas cumplido, ningún nuevo año remediara los pendientes que no atiendas… tenlo por seguro. Si después de este intento inútil, por tratar de darte un poco de sabiduría (o ignorancia) aun sigues creyendo que te irá bien para la otra… pues suerte para la otra.

jueves, 4 de diciembre de 2008

¡NO MIRES HACIA LAS SILLAS DE RUEDAS!


¡Tú, tu tu… el teletón lo haces tú!- que macabra, bizarra y pútrida imagen fue de la que mis ya rojos ojos, tuvieron la desgracia de ver el otro día, cuando por instinto opte por mirar la caja idiota (televisión). Las imágenes de las que era testigo, me mostraban a un grupo de “niños” haciendo piruetas y un montón de mamadas, para dar la mayor cantidad de lastima posible para los televidentes que tuvieran la desgracia de toparse con este comercial. Lo deleznable del anuncio, recaía en lo que ellos tenían como objetivo exponerte: ¡apoyar económicamente a la asociación que ellos promueven (teletón) para que con tu ayuda, los fenómenos (protagonistas del comercial) pudieran salir adelante!

Tras limpiar el vomito (producido por el tan mencionado anuncio televisivo), me puse a pensar en la cantidad de veces, en que alguien limosnea tu dinero en la calle o en algún lugar público, y también en las veces, en que por ser caritativo te ven la cara de idiota. No entendí, porque yo debería “poner mi granito de arena”, para ayudar a esos seres que desde mi punto de vista deberían ser quemados hasta los huesos. No sirven y no apoyan en nada. ¿Para qué tener humanos parásitos, en lugares que podrían servir como escuelas para jóvenes que si tienen oportunidad en este mundo? Me es insoportable ver a personas, que tienen que depender de otros para su existencia. Que tienen que mendigar en alguna medio su miseria y con ello obtener algo a cambio. ¡Caramba yo saldría por las calles disparando en las cabezas de esos inhumanos!, incendiaria todos los centros de rehabilitaciones que pudiera, para con ellos, realizar obras donde se le diera oportunidades a los mas capases. La lástima, es el sentimiento más estúpido y retorcido con que pueda contar el ser humano.

¡¿Qué el teletón lo hago yo?!
¡Muéranse miserable engendros parásitos! ¡Dejen de estorbar!