viernes, 7 de marzo de 2014

Miguel T. Camorlinga UN POEMA SIN RIMA.


 
















Eres alto casi como los faros que no tienen luz
en las calles vacías de mi pueblo.
Como si te impactaras contra un corriente de aire de canela
hueles a madera.
Como si bailaras un danzón fúnebre
es posible mirarte si alguien pudiera darle forma a tu belleza.
Podrías penetrar en las miradas de las sugestiones
con solo recitarles con tu sombría voz de tenor
cualquier chiste incoherente.
Sabrías prescindir de las sinrazones
solo para encontrarte a ti mismo.
Lucharías contra tus bondades
si eso te garantizara un lugar
en los abismos de la sabiduría.
Amarías con la exoticidad de la primera vez
de dos especies animales opuestas extintas.
Jugarías con la inocencia del niño
que nunca ha tocado un juguete.
Tienes las manos como quien nunca ha escrito
y eres de esas pocas persona
que pueden ofenderte al hacerte un halago.
Opino que hay en ti algo siniestro que te hace tierno.
Sabes a donde me dirijo y espero que
nuestros avenidas se impacten.