jueves, 23 de octubre de 2008

EXCUSAS DIVINAS.


No me cansare hasta demostrar que ellos, los humanos, aun tienen una oportunidad en este vida. Lo juro, hare hasta lo imposible por lograr la redención de mis hijos. Entiéndalos están confundidos, no saben lo que hacen. He tratado de enseñarles el modo correcto de convivir entre ellos, pero aun no les queda claro el motivo. Es verdad que a veces actúan por instinto o por simple placer, pero estoy seguro, que tras esas acciones, se encuentra un objeto puro de unión. Recuerden que no son perfectos, y hasta las creaciones divinas tienen sus errores. Ya aprenderán con sus caídas, se los prometo.

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