miércoles, 4 de febrero de 2009

PENSAMIENTOS DE AQUEL AL QUE NO LE ERA IMPORTENTE EL AMOR.


Odio las cosas que tiene el color rojo, creo que es de maricas y contemplan un momento de psicopatía sangrienta y absoluta.

No me gustan los besos de lengua, atentan hacia la libertad de los labios y los secretos de la saliva.

Odio las flores y los chocolates, instrumento para el olvido de un malentendido, pues rompe la esencia de la guerra amorosa.

Me desagrada en sobremanera las tardes, madres nodrizas de las puestas de sol, olvido por un momento que la noche es mejor sin nadie a tu lado.

Aborrezco los abrazos, trueque hipócrita de aprecio y deseo, disfrazan las verdades de la carne por unas sencillas carisias.

No creo las promesas de pareja, son solo lucubraciones de mentes cansadas e ignoradas por el fracaso de otras pasiones.

Me desagradan los instantes de compañía con los amigos, me distraen de tenerte cerca y asegurar tu cariño.

Odio las cosas que dices para hacerme sentir bien, pues simple y sencillamente, se siempre que mientes.

Odio todo lo que tiene que ver con el corazón y sus sentimientos, engañan a los cardiólogos para que hagan mal su trabajo.

Odio la intimidad entre tú y yo, pues tu cercanía me transforma en algo que odio más que todo lo que acabo de escribir.

1 comentario:

Letras de Anabel dijo...

Me sorprendo leyendote en cada uno de mis escritos de deseos marchitos y me pregunto... ¿quién eres tú que permaneces en sombra?