Nadie aquí necesita bienvenida, pues en el camino de las letras nos leeremos pronto.
jueves, 23 de octubre de 2008
EXCUSAS DIVINAS.
No me cansare hasta demostrar que ellos, los humanos, aun tienen una oportunidad en este vida. Lo juro, hare hasta lo imposible por lograr la redención de mis hijos. Entiéndalos están confundidos, no saben lo que hacen. He tratado de enseñarles el modo correcto de convivir entre ellos, pero aun no les queda claro el motivo. Es verdad que a veces actúan por instinto o por simple placer, pero estoy seguro, que tras esas acciones, se encuentra un objeto puro de unión. Recuerden que no son perfectos, y hasta las creaciones divinas tienen sus errores. Ya aprenderán con sus caídas, se los prometo.
martes, 21 de octubre de 2008
DESPEDIDA NOCTURNA.
Buenas noches luna,
ya extrañaba tu mirada.
Que mi aire reflejaba
y podía caminar.
Ahora mírame destruido y enfermo
y cargo cual montañas un grande pesar.
Buenas noches luna,
he venido a platicar.
Y en ti encontrar
más que una esperanza.
Porque quiero encontrar lo perdido:
amor, aventuras, locura, confianza.
Buenas noches luna,
¿no puedes reconocerme?
Le he pedido a Hermes
un milagro divino.
Que cambie este aspecto deforme
cuál de los pájaros bello trino.
Buenas noches luna,
he olvidado la vida,
y a mi esposa querida
y a mis hijos tan bellos.
Olvide el color de mi piel
y lo que se siente el cabello.
Buenas noches luna,
no me queda mucho tiempo.
Y me gana el sentimiento
al contar mi despedida.
Pero es inútil vivir
con una existencia perdida.
Buenas noches luna,
me dirijo al vacio.
Donde no esté caído
donde pueda darte alcance.
Aquí soy preso y soy esclavo
de mi verdugo… el cáncer.
Buenas noches luna,
que tengas lindos sueños.
Para esperar ser dueño
de la muerte más tenaz.
Y cerrare los ojos
para no abrirlos jamás.
miércoles, 1 de octubre de 2008
EL AGUILA QUE EXPLOTA.
¡SEPTIEMBRE MES DE LA PATRIA!- decía el eslogan publicitario de un comercial por televisión, mismo que te exhortaba a sentirte orgulloso por ser lo que eres (MEXICANO) y a exaltar en un grito de alegría la dicha de ser libre y soberano. ¡¿Orgulloso de ser parte de un grupo de seres que se empedan y quedan tirados en el suelo?! ¡¿Del tipo con zarape que esta recostado en un nopal?! ¡¿De ser un patriota?! Chingen su madre bola de idiotas.
Soy un mexicano y punto. No más. ¿Sentirme orgulloso de ser lo que ahora soy?- al demonio, es una estupidez. Me siento orgulloso de mis raíces culturales y del pasado (y bello) México prehispánico. De eso si me siento orgulloso, no de esta mierderisima sociedad “Democrática.”
Pregúntense y analicen: ¿es un orgullo ser el culo de un país que nos ha manipulado desde hace un chingo de tiempo? ¿es un argullo ser el país con más delincuencia y abusos? ¿A caso es un orgullo tener títeres en vez de mandatarios? Lo lamento pero a si de jodidos estamos. Estoy seguro de que si los héroes mexicanos, tan vitoreados y exaltados en el muy tradicional y asqueroso grito de dolores, vieran en que se ha convertido el país por el que dieron la vida, su vergüenza y repugnancia seria tal, que pedirían que un águila les sacara los ojos y después de ser mordidos por una serpiente se clavarían la bandera mexicana en el pecho. Sin duda ellos no pelearon por un país como este, como el que ahora tenemos; y nos debería dar vergüenza festejar cuando ellos sufrieron para hacer de su patria un lugar vivible y tener como resultado la basura en la que morimos.
Cuando termino este comercial, escuche dos estallidos en la plaza cerca de mi casa, gritos y desesperación reinaron en el lugar. Después el silencio. Sonidos de ambulancias, llantos, lamentos, gritos pero de dolor, una tragedia había ocurrido. Resultado, alguien había lanzado dos granadas y había matado a unos cuantos y heridos a tantos otros.
¡ORGULLOSO! Al carajo.
MIS AÑOS PERDIDOS.
Todo el que me haya seguido a través del libro más tergiversado de la Historia habrá notado que, misteriosamente, desaparezco cuando soy un chaval y reaparezco ya con treinta y pocos, dispuesto a ser el Gran Sacrificado. ¿Nunca os habéis preguntado el por qué?
Me volví loco cuando se me encomendó mi misión. Sí, yo también soy Dios, pero, de la Trinidad, yo encarnaba la parte más débil, yo era La Carne. Y como carne sufriente que era me asusté. Me negué. Negué a mi Padre antes de que Pedro me negara a mí. Mi Padre bajó a hablar conmigo. Era el destino, me dijo, y se quedó tan tranquilo. Puta omnisciencia...
Yo seguí negándome. Él siguió insistiendo. Al final, conseguí una moratoria. Yo debería haber sido sacrificado en plena juventud, para hacer más patente el mensaje. Conseguí unos años más, y presentarme así al sacrificio ya con treinta años, casi un viejo en aquella época. De hecho, cuando me subieron a la cruz me quedaban ya pocos dientes. Y me dolía todo el cuerpo. Eso sí, siglos y siglos de desinformación han hecho que la imagen que tengáis de mí sea la de un hippy de perpetuo buen rollito. Pero no.
¿Y qué hice durante esos años? Lo que haríais cualquiera de vosotros si os pronostican unos pocos años de vida: vivir. Aprovechar cada momento, porque puede convertirse en el último. Conocí otras carnes, engendré hijos, blasfemé, me emborraché y tomé el nombre de Dios -mi nombre- en vano. Me dediqué a ser persona, pues ya iba a ser Dios por toda la Eternidad.
¿No habríais hecho vosotros lo mismo?
Maldecido por: LA IRA DE DIOS.
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