Cuando se me acabe el agua para refrescar esos labios que me matan,
¡mátame! Y bebe mi sangre
pues te quiero besar.
Cuando se cansen mis brazos que te cubren para protegerte del frio,
¡despelléjame! Y hazte un abrigo
para poder abrazarte.
Cuando pierda la vista y tu cuerpo no capten mis ojos,
¡sácalos! Y arma un telescopio
pues te quiero mirar.
Cuando mis manos llagadas no puedan tu alma tocar,
¡ampútalas! Y has guantes
pues te quiero acariciar.
Cuando sientas vacios que no puedo llenar en ti,
¡guísame! Y cómeme
que te quiero satisfacer
Cuando con mis labios no pueda llenar de besos tu frente,
¡córtalos! Y toca tu cara
Que quiero sentirte.
Cuando mis hombros no carguen el peso de tus problemas,
¡remuévelos! Y hazte muletas
que te quiero sostener.
Cuando mi corazón no aliente los danzares de tu vida,
¡quítalo! Y hazte tambores
que quiero hacerte bailar.
Cuando mis pies no logren llevarte a la meta deseada,
¡destrúyelos! Y hazte zapatos
pues quiero tu paso firme.
Cuando mi cuerpo no logre satisfacer al tuyo de placeres,
¡despedázame! Y hazte el amor con mis miembros.
2 comentarios:
Simplemente maravilloso, mi amigo...
Entregar´le tu ser a esa persona especia... pedazo a pedazo... tan solo imagina recibir en tu correo partes del cuerpo de quien quieres, sabiendo que son auto amputaciones...
Van Gogh, haste a un lado....
¡Más no se puede, Hades! ¡Más no se puede! Y debido a tu post, luego traigo a mi maginación rostros que me recuerdan y otros con los que sueño, para advertir con desolación que a ninguno, a ninguno, le queda tu apasionada entrega.
Pero me quedo con la belleza de tu texto y el sentimiento a flor de piel que transmite, a la vez profundísimo. Idealizo la imagen de quien pudo haber sido su motivo. Y poso mi vista en la lejanía mientras mo corazón palpita ansioso deseando que se torne pronto en realidad.
Hades, sí, Hades. No ha sido error sino anhelo de que al final, tus letras poco a poco y sin prisa lleguen hasta allí, lugar de encuentro.
Abrazo.
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