Se seco la flor de mayo,
se seco la flor de abril,
mis jardines, he regado,
con pintura carmesí.
A un ángel le pregunte,
que era lo peor de la vida,
y el ángel lloraba y lloraba,
por gusanos en su herida.
Si por que te estoy mirando,
piensas que te estoy queriendo,
pues te deseo la muerte
por eso estoy sonriendo.
Agua de piña,
agua de fresa,
gritos de niña
y muerto en mi mesa.
No quiero perlas del mar
y ni joyas del oriente,
quiero oírte gritar,
entre las llamas ardientes.
No quiero torta,
no quiero helado,
te quiero humillada,
por hombres malvados.
Qué bonita corre el agua
debajo de aquellas palmeras,
y qué bonito el espectáculo
del enemigo entre las fieras.
Muy bien sabes que te quise,
muy bien sabes que te ame,
tus cuchillos, de mi pecho,
para siempre arranque.
A las 8 me dio sueño,
a las 9 me dormí,
a las 10 te he matado,
a las 11 yo me fui.
El limón nació verde,
el tiempo los maduro,
el dolor de tus amores
de mi pecho se marcho.
Cuando cortes una flor,
no la tires al olvido,
tírala en la basura
junto a mi corazón herido.
No me pidas que te olvide,
que no piense mas en ti,
no me pidas que recobre
esperanzas que perdí.
Dices que me quieres,
dices que me adoras,
pero al son de latigazos,
estos sentimientos afloran.
Me quisiste – yo te quise.
Me adoraste – te adore.
Me sangraste – te he sangrado.
Me mataste – te mate.
Del árbol nace la rama,
de la rama nace la flor,
dime maldito verdugo
¿qué te inspira el dolor?
El dolor es llamarada,
el dolor es extinción,
se alimenta con la muerte
y se acaba con el amor.