lunes, 27 de julio de 2009

HUMO DE VIDA.


Quisiera ser un cigarrillo. Por que no se me ocurre algo más en lo que quisiera convertirme de pronto. Bueno, quizás, por que la sutileza de la vida no se podría explicar mejor, que con la existencia de los cigarros. Ellos están solo para agradar los momentos de los que acuden a ellos. Solo un momento no necesitan más. Como los expertos amantes que sufren de eyaculación precoz. Ellos son los únicos que disfrutan de ver arder sus cabezas. Y que conocen las bocas de todos. Superando por mucho, las técnicas de conquista, del mas experimentado casanova. Quisiera ser un cigarrillo para saber cuantas bocas han besado y cuales besan mejor. Para saber que se siente ser chupado. Quisiera saber cuantos brazos han quemado, cuantas partes del cuerpo han sido victimas de sus poderosas cabezas llameantes. No puedo ni imaginarme lo que se siente despedirse de los labios que una vez te acurrucaron. Y la apasionante relación que existe entre ellos y el humo. Quisiera saber si son amantes o tan solo amigos de ha ratos. Quisiera que me contaran todas las historias que han vivido, quisiera saber que se siente salir de tu hogar la cajetilla, para nunca volver; y si prefieren los encendedores a los cerillos.

De cuanta sabiduría me llenaría si fuera un cigarro. Sin duda, seria una corta pero hermosa vida, si, no me cabe duda de eso.

miércoles, 15 de julio de 2009

MONSTRUO DE TI.


Te demostrare que no pertenezco a este planeta, que no soy terrícola y que nunca he pisado la tierra. Que no soy del cielo, pues dios es una simple broma para mi omnipotencia. Que he pertenecido al infierno, pero que tampoco halla se encuentra mi hogar. No soy de ninguna dimensión, pues yo soy la dimensión. Que el tiempo y el espacio tiene prohibido mencionar mi nombre, pues el solo deletrearlo, arrancaría de las raíces eternas la esencia del infinito. Que no soy humano, pero me rodeo de ellos. Que odio a los hombres y aborrezco a las mujeres. Que sabrás que eres la máxima de las excepciones. Que nadie me ha visto pero todos me recuerdan. Soy ese del que te olvidas para aparentar normalidad. Soy el asesino de la primera vista. Soy el antagonista de la palabra horrible. Soy la pesadilla de las pesadillas. Soy el último. Soy un monstruo. Tu monstruo.

Ahora que me he descubierto ante ti.

Acércate.
Te tocare con los quinientos tentáculos que emanan de mi espalda. Ellos te descubrirán, te palparan.
Huéleme.
Las grietas rocosas que adornan mi piel, expelerán un agradable aroma a tierra mojada, por la sangre, por tu sangre.
Tócame.
Palpa con tus manos la ornamenta que engalana mi cabeza Minotauro.
Acaríciame.
Peina mi oscuro pelaje, que enorgullece y excita mi portentoso cuerpo Centauro.
Azótame.
Que a la luz de la luna llena, mi hechizo Licántropo poseerá mis impulsos carnívoros y poseeré tu frágil cuerpo.
Caliéntame.
Que mi enorme cuerpo de Hombre de las nieves, necesita del calor de una mujer de las pasiones.
Deséame.
Que mis colmillos inmortales, beberán de tu cuello la fogosidad de tu amor.
Bébeme.
Que de mi hermoso ojo ciclope, brotaran lagrimas que encenderán los cuerpos en el deseo.
Destrózame.
Que sea cual fuera el miembro que mutiles, mi sangre Hidra regenerara tus locuras.
Conjúrame.
Que soy el demonio de las pasiones paganas.
Admírame.
Que mis alas de murciélago me encumbraran cual majestuosa gárgola.
Lámeme.
Y probaras de mi piel el dulce sabor de las criaturas de jengibre.
Ahógame.
Que mis branquias de Sirena, apoyaran nuestra entrega en altamar.
Cómeme.
Y te regocijaras con la degustación de mí corazón de reptil.
Mátame.
Que soy tu muerte.
Tómame.
Que soy tu monstruo.
Siénteme.
Que me entrego todo.
Ámame.
Que te necesito.

Soy tu monstruo, todo tuyo.