martes, 20 de mayo de 2014

PERRO SIN DUEÑO.


El corazón es un perro sin dueño
que deje libre para que corriera tras la carne de suplicias que lo enveneno.
Para que huyera colmado de esperanzas que enrabiaran  sus instintos de supervivencia. Por qué el desgraciado esperaba la tarde para aullarle desconsolado a las sombras que pasaban por sus amores.
Cuando la noche llego pude verlo brincar como queriendo alcanzar la luna
como para darle un beso,
después sollozaba a los grillos que no cantaban por la muerte del amante astro nocturno y después me miraba con los ojos tristes de una acusación sincera.
Y ladro fuerte,
tan estruendoso que me hacía sentir culpable de sus dolencias,
solo pude acurrucarlo entre las pasiones muertas de mi perrera vida.
Y lo vi dormir.
No sé si murió
o solo se calló
o si las obsesiones de mis sentimientos lo encantaron.


3 comentarios:

Cecy dijo...

es una muy buena comparación, el corazón perro, tan fiel a los sentimientos, mas que a la razón.

Un abrazo.

MAR dijo...

Corazón leal y fiel, me gusta.
Ladra la desesperación cuando hay falta de amor en todas sus dimensiones.
Bello
Un abrazo grande.
mar

Mayte dijo...

Tremendo!! Muy, muy bueno.