El
corazón es un perro sin dueño
que
deje libre para que corriera tras la carne de suplicias que lo enveneno.
Para
que huyera colmado de esperanzas que enrabiaran
sus instintos de supervivencia. Por qué el desgraciado esperaba la tarde
para aullarle desconsolado a las sombras que pasaban por sus amores.
Cuando
la noche llego pude verlo brincar como queriendo alcanzar la luna
como
para darle un beso,
después
sollozaba a los grillos que no cantaban por la muerte del amante astro nocturno
y después me miraba con los ojos tristes de una acusación sincera.
Y
ladro fuerte,
tan
estruendoso que me hacía sentir culpable de sus dolencias,
solo
pude acurrucarlo entre las pasiones muertas de mi perrera vida.
Y
lo vi dormir.
No
sé si murió
o
solo se calló
3 comentarios:
es una muy buena comparación, el corazón perro, tan fiel a los sentimientos, mas que a la razón.
Un abrazo.
Corazón leal y fiel, me gusta.
Ladra la desesperación cuando hay falta de amor en todas sus dimensiones.
Bello
Un abrazo grande.
mar
Tremendo!! Muy, muy bueno.
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