Eres alto casi como
los faros que no tienen luz
en las calles vacías
de mi pueblo.
Como si te impactaras
contra un corriente de aire de canela
hueles a madera.
Como si bailaras un
danzón fúnebre
es posible mirarte si
alguien pudiera darle forma a tu belleza.
Podrías penetrar en
las miradas de las sugestiones
con solo recitarles
con tu sombría voz de tenor
cualquier chiste
incoherente.
Sabrías prescindir de
las sinrazones
solo para encontrarte
a ti mismo.
Lucharías contra tus
bondades
si eso te garantizara
un lugar
en los abismos de la
sabiduría.
Amarías con la
exoticidad de la primera vez
de dos especies animales
opuestas extintas.
Jugarías con la
inocencia del niño
que nunca ha tocado
un juguete.
Tienes las manos como
quien nunca ha escrito
y eres de esas pocas
persona
que pueden ofenderte
al hacerte un halago.
Opino que hay en ti
algo siniestro que te hace tierno.
Sabes a donde me
dirijo y espero que
nuestros avenidas se impacten.