lunes, 11 de octubre de 2010

ANGUSTIA.


Iré a lugares en donde no pueda encontrarte, pues espero encontrar sabiduría en ese espacio vacío que ahora ocupa el lado derecho de mi cama.

Iré a pelear contra la tinta de tus ojos, pues espero mirarme por última vez, en esa lava oscura que ha derretido el cuerpo de mi vida.

Iré a avergonzarme frente al espejo de tu semblante, pues se que las miradas que deposites en mi, serán reproches sobre la ineptitud de mi alma.

Iré a restregar sobre el pavimento el cuerpo podrido de mis principios, pues de nada sirve ya, guardarlos en el cementerio de mi cuerpo.

Iré a perderme en el espiral de la decadencia humana, pues sin tu brújula me estoy disipando en los vendavales de los infinitos misterios.

Iré a demostrarme que puedo ser mas basura de la que aparento, pues no soy nada si me comparo con las cenizas que arrastran las uñas de los cuervos.

Iré por todos lados cargando en mis manos las brazas hirientes de mis mentiras, pues he descubierto que no hay dolor más grande que creer y ser.

Iré a enfadarme por la ignorancia que no demuestro, por creer que al no saber nada, hallaría ahí, restos del cadáver que más amo… tu cadáver.

Iré escuchando halagos, disparos y espadas, poniendo sobre mi cien decoros que pongan en alto la estupidez de mi estampa.

Iré a preguntarle a los sabios el lugar exacto en el que te encuentras, me creeré sus mentiras y llorare cuando me digan que tu nunca exististe.

Iré a callar para siempre, el sonido de mis ideas, pues sin tus oídos mis palabras se suicidaron en manifestación de tristeza.

Iré a matarme, porque si no estás aquí… yo tampoco.