miércoles, 29 de abril de 2015

LA NORMALIDAD DE LOS ATARDECERES.


Las mañanas no volvieron a hacer las mismas en la academia, Mephisto Pheles había lanzado un poderoso conjuro en toda el área de la escuela para poder llevar a cabo las investigaciones, mismas que temía, fueran afectadas por los hechizos de algún principiante pasado de listo. Las pistas no eran muy claras y el alboroto por los sucesos acontecidos un día antes había provocado que la calma o mejor dicho, la poca calma que reinaba en los alrededores se esfumara, como si de un espíritu maligno exorcizado se tratara. El hechizo era un poderoso anulador de dones y magia.

Los alumnos habían despertado aturdidos y con sentimientos encontrados por saberse sin poderes y débiles, pero un recuerdo nublaba sus mentes con una bruma de pesar y miedo absoluto pues Arthur Augusto Angel había sido asesinado de maneras poco usuales y en condiciones misteriosas. Lo misterioso imperaba en que habían encontrado el cuerpo del padre de los hermanos Okumura en las inmediaciones del área del asesinato. Alguien, de alguna manera, había exhumado el cuerpo del antes monje y lo había colocado junto al cadáver del ahora occiso, como si quisieran inculpar a un muerto del actual siniestro, este sacrilegio había encolerizado a los gemelos, quienes no hallaban paciencia ni pensamientos para controlar su ira y frustración, ellos, de alguna manera, se sentían culpables por la ofensa echa a la tumba de su padre.

Sin embargo, aunque la angustia se respiraba en todos los salones y aulas del colegio, una sensación distinta se disfrutaba cautelosamente dentro de la piel de los estudiantes, la fragilidad de ser heridos tal vez mortalmente los había colocado en posiciones delicadas con sus sentimientos a flor de piel, podrías escuchar a los alumnos platicando de muchas cosas que no fueran de demonios ni hechicería, los verías caminar de la mano sin el temor de un ataque sobrenatural, los sorprenderías buscando escondites en donde compartir momentos de proximidad con sus amantes secretos, otros tanto solo compartiendo colecciones y recetas para cocinar, otros disfrutando del ambiente y alrededores, y olvidando en pocas palabras, la responsabilidad de ser hombres y mujeres de poder, en esa escuela que era también su campo de batalla diario.

Los mismos hermanos Okumura habían llegado a un punto en que no entendían las razones que los habían llevado a su actual estado de enojo, pues después de volver los restos de su padre a sus santos aposentos, se encontraron de pronto contándose antiguas  historias y vivencias en donde su mentor los había apoyado, la nostalgia fue difícil de apartar y unas lágrimas en los ojos de ambos los denotaron sensibles al poderoso hechizo del directo de la escuela, Rin, tapándose los ojos y queriendo apartar la mirada de su hermano decidió dirigir su mirada hacia la ventana donde sus amigos en el jardín disfrutaban de una tarde tranquila, TRANQUILO resonó en la mente de Yukio y supo de pronto las respuestas que habían provocado todos los sucesos. Rio para sí mismo y pronuncio en voz alta - ¡ Maldito Mephisto gracias por tu regalo ! . Su hermano al no entender inquirió las razones de lo anterior dicho, pero el otro detuvo sus actuaciones abrasándolo por el cuello y estrechándolo a su cuerpo mientras le decía – Todo estará bien Rin no te preocupes. El mayor hiso rabietas, golpeo el pecho del menor, pero se calmó cuando con su corbata le seco las lágrimas al que aun lloraba. Supieron de pronto que era necesario que llegaran a ese punto, el recordar a su padre y compartir juntos una tarde donde las incidencias los volvieran más fuertes tanto emocional como fraternalmente.


En la oficina principal del director, un tipo de uniforme blanco y cabello rubio hasta la espalda, le decía a otro con uniforme parecido pero con un ridículo sombrero - ¿No crees que nos pasamos con lo del cadáver? ¿Cuánto tiempo más debo permanecer muerto?, el otro contestaba – No nos equivocamos en nada, ellos también necesitaban un momento de relajación, y por lo otro acostúmbrate, que para la misión que pronto te encomendare necesitaras el mayor anonimato.

Inspirado en el anime y manga Blue Exorcist (Ao no Exorcist)