domingo, 20 de abril de 2014

NECESIDADES PROFUNDIDADES.


Cuando estoy dentro, abandono toda cordura y sensatez que me obligue recobrar las composturas de mi cuerpo, donde las danzas exóticas se apoderan de los latires de corazones muertos.
Cuando estoy dentro, sé que estoy perdido en las profundas tinieblas aberrantes de sofocamientos y humedades, donde sostenerme es inútil cuando caigo hasta el fondo de las oscuridades.
Cuando estoy dentro, me siento exiliado hasta los más remotos y recónditos parajes de calurosos desiertos, donde anhelo el mapa que me lleve al manantial sublime que emana de tu cuerpo.
Cuando estoy dentro, presiento el golpear de las olas tibias que se avecinan de distintos senderos, donde pretendo mojarme al compás cadencioso de los movimientos venideros.
Cuando estoy dentro, me transformo de pronto en un herido gorrión que se vale de tus caricias para sanarse, para después volcar el vuelo hasta las cumbres más altas y desde ahí impactarte.
Cuando estoy dentro, subyugo las necesidades tempestuosas por desgarrarte a golpes las prendas de tu piel, pues quiero vestirte amor con la delicada seda de mis más íntimas caricias.

Cuando estoy dentro, me sumerjo contigo en encantamientos únicos que describen con sangre la necesidad salvaje de poseernos.